MESA PARA LAS ALMAS: 1° de Noviembre.

En la Villa de Antofagasta, don Anacleto Chávez, 70 años aprox. nos recibió en su casa, antes vivía en La Laguna a un 4 Km y contó que un 31 de Octubre tuvo una “visión”:

- “A la madrugada me visitó el difunto Vicente, el cuñao mío al que quería mucho y me dijo -¿Qué haces acá?- ...y aquí estoy! Dije con miedo - ¿y adónde me vas a recibir vos?- ¡Aquí, aquí, le digo, aquí voy a poner todo, como sé poner todo en la casa de abajo!- Pero lloraba yo... cómo me ha dicho todo! ¡Lo he visto clarito...! Por eso yo no he querido perder las costumbres y tampoco mi familia.”

Don Anacleto, junto a su esposa Ana nos muestra la mesa que han preparado para las almas que volverán durante todo el día 1° de Noviembre a compartir sus platos favoritos, es la Mesa para las Almas: en un ámbito de la casa, muy privado, se extiende una gran mesa, en su extremo velas que iluminan estampas ó imágenes de santos y luego, muy bien ordenados todos los platos y comidas correspondientes a las distintas horas del día, algunas preparadas especialmente y las otras compartidas con la que se come ése día en familia: pelones, empanadas, pollo con arroz, carne en puchero, galletas con picadillo o sardinas, café con leche, té, mate, etc. y sólo ante nuestro requerimiento nos indica que también hay ancacho, ulpada, anchi, tisitinchos, chilcán ( ver comidas). Y agrega: -“Anoche, vinieron unos vecinos y pusieron una pata de llama, una cabeza hervida de llama y carne asada de cordero”-“Antes la gente se moría de viejito nomás y comía muy de vez en cuando caramelos, cuando se conseguía, por eso también le ponemos caramelos en la mesa...”-.

Cada plato tiene sus cubiertos y las bebidas tienen una cañita para ser consumidas. En un vaso hay agua bendita y una pluma con la que se bendice cada plato que se agrega durante esa ofrenda. Doña Ana nos cuenta –“Nosotros tenemos que pedirle a las ánimas benditas que nos dean vida y salud hasta que Dios disponga y que no nos falte el pan todos los días, y... gracias a Dios también”-

Estas ofrendas, permanecen hasta el día 2 hasta las 13 o 14 hs, no se comen, sólo se agrega agua al mate –“para que sigan tomando”-. Al llegar el momento se reparten entre gente pobre, que viene a rezar, y en una olla se va separando un poco de cada plato lo que se enterrará en el campo.

Nos vamos sintiendo el aroma de las comidas que aún siguen preparando ese 1° de Noviembre, Don Anacleto prepara afuera “buñuelos con huevo de suri (ñandú)”-“ Lo que en el acto no se puede conseguir, nosotros lo venimos guardando con anterioridad para tenerlo este día”- y Doña Ana prepara cuatro comidas más todavía mientras nos despide y dice –“Después esto lo van a mostrar por ahí y se van a reír: ¡ Vé los collas lo que hacen! -dirán. Usted es bueno, pero vaya a saber cuando lo muestre por ahí... sí se van a reír...”-

Estas mesas se preparan en todos los pueblos puneños. En El Peñón, Carmelo Guzmán y su familia nos muestran la suya, la prepararon “como si viniera cualquiera a comer”, no faltan las hojas de coca y los cigarrillos encendidos.

Al norte del departamento, en Antofalla, compartimos la mesa de la familia de Julio César Ramos, donde observamos además “guaguanchos”: pancitos dulces bañados con blanqueo con formas de personas, y escaleras para suban y bajen las almas.

Las mujeres de la casa
mientras tanto
preparan coloridas flores de papel
para hacer coronas
que transportarán en familia
hasta el cementerio
durante el 2 de noviembre,
día de todos los muertos...
el paisaje puneño
es una explosión de colores.

Ante la tumba, se ofrenda con coca, alcohol, cigarrillos, caramelos, etc.

EL LAVATORIO y la GUIA AL CIELO

La muerte de una persona también tiene además del dolor, una profunda significación para el hombre de la puna. Todos los relatos coinciden en el velatorio durante 24 hs. acompañado de oraciones y coronas de flores de papel ( no es redundancia recordar que en la puna no hay flores naturales de ningún tipo), luego es sepultado en el cementerio. El difunto ha sido vestido con “ las mejores ropas que tenía” – dice Carmelo- “ se le pone en el cajón todo lo que leva el alma”.

Familia y amigos regresan a la casa donde se reza un novenario. Además se reúne toda la ropa y elementos de trabajo, los que son lavados cuidadosamente y guardados cubiertos por un paño negro durante un año.

Luego se mata ( ahorcado) al perro del difunto y se lo entierra en posición de parado “como si fuera corriendo” en el campo cerca del difunto o en un lugar muy transitado por éste. Es la “guía al cielo”: el perro lleva montura, bozal y una alforja atravesada en el lomo (chasna) cargada con provisiones para él y su dueño y cosas “como si fuera de viaje” (vajilla hecha de cartón ó madera), porque deberá acompañar a su dueño en tránsito al otro mundo, “lo ayudará a cruzar los ríos”.

Al cabo de un año, las pertenencias se reparten entre toda la familia.

El alma ya está en el más allá.

Si se trata de la muerte de un niño (angelito), se lo viste con una túnica blanca y en el cajón, a su alrededor se ponen alitas y la ropa que usó hasta su muerte junto a unos juguetes. Si no alcanzara a ponerse toda, se coloca en una bolsa abierta, sobre el cajón, adentro de la tierra.

APACHETA

“Encontraron los españoles, como dioses mayores de estas tierras, a INTI, el numen solar y civilizador de los dominadores y señores del imperio inca y a PACHAMAMA, con culto tan difundido como el de aquél, en las regiones andinas y a manera de estrato tradicional entre los diaguitas, una cultura generalizada en la zona andina y muy anterior a la incásica” – J.Z. Agüero Vera.

PACHAMAMA, en lengua quichua, hermana del aymará, según Belisario Diaz Romero, PACHA es tierra y MAMA es madre, de donde resultaría el nombre de la divinidad “ la madre de la tierra”.

Garcilaso de la Vega en “Los comentarios reales de los Incas” atribuye a PACHACAMAC: el eterno, el creador del cielo y la tierra, el culto que en el viejo Tucumanao se rendía a Pachamama en las apachetas: montículo que forman las piedras y otras ofrendas que dejan los viajeros en honor de Pachamama. “A las cumbres los españoles, corrompiendo el nombre, dicen apachitas, y que los indios adoraban y le ofrecían ofrendas. Apachecta quiere decir: demos gracias y ofrezcamos algo al que hace llevar estas cargas, dándonos fuerzas y vigor para subir por cuestas tan ásperas como ésta, y nunca lo decían sino cuando estaban ya en lo alto de la cuesta”.

Los pueblos andinos, agrícolas especialmente, por necesidad de vida, debieron tener siempre un culto especial por la tierra proficua, por la montaña siempre misteriosa y maternal, que vertía sus torrentes en los valles y atesoraba sus reservas de agua, de oro, de plata y cobre.

Las pachetas siguen custodiando las altas cumbres, los pasos más difíciles, como ésta en Calalaste ( 5000 m.) donde el viajero ofrenda a la madre tierra con su acullico ( bocado de hojas de coca), alcohol, tabaco, sus alimentos para la travesía, etc.
Esta ancestral ceremonia permanece vigente en todos los pueblos de la puna catamarqueña.

El viajero, detiene su marcha en los lugares más difíciles, para agradecer a Pachamama haber llegado hasta allí, pide permiso para continuar y ora por un buen viaje. Como ofrenda deja su acullico entre las piedras y agrega una más. En las altas cumbres se encuentran antiquísimas apachetas que aún hoy siguen creciendo.

CORPACHADA

“Don Valentín, viejo puestero, dirigirá la ceremonia de la corpachada, ritual de gratitud para la Madre de los Cerros, para la máxima divinidad de la montaña, para Pachamama, misterio creador de la fuerza que anima la vida andina, que auspicia el viaje, que ayuda a vivir y a morir, a amar y a olvidar; para Pachamama, deidad desconocida y bien amada, que tiene su refugio en las grutas ignotas de la sierra, entre música de quenas invisibles y tibiezas inefables; para Pachamama dueña y señora de los picachos y de los pastos, de las bestias y de los hombres, la que se enoja en los temblores, la que protesta en el rodar de los truenos, la que extravía al hurgador que ofende la tierra buscando oro, estaño y plomo; para Pachamama, la que sueña cuando la luna es grande, la que suspira cuando el aire es suave, la que llora con el lloro mudo y fresco de los pedregales, la que busca en el silencio las de las chozas las frentes entristecidas y los ojos pequeños, cerrados más que por el sueño, por la fatiga de andar, de sufrir, de esperar...” –Atahualpa Yupanqui.

Con su sabiduría Yupanqui encierra el sentido de este ritual, también absolutamente vigente en nuestros pueblos catamarqueños.

El 1° de Agosto, se celebra la corpachada que empieza el día anterior con el hilado del hilo zurdo, se hila al revés otorgándole un sentido mágico y propiciatorio. Se junta la basura que será quemada al amanecer para limpiar la tierra.

A las 0 hs. se toma té de ruda y se pone el hilo zurdo cruzado en la muñeca derecha y el tobillo izquierdo, pero antes se lo pasa por un ajo.

A la mañana se sahuma (ahumar) toda la casa con chacha, copa, incienso, hierbabuena, romero, alucema ó yerba quemada con azúcar para purificar. La ceremonia se prepara para el mediodía o durante la mañana. Otros afirman que puede hacerse al comienzo del 1°. Anticipadamente se elaboraron comidas para ofrendar a la tierra (ver comidas) ó sino simplemente se faena un cordero (el mejor). Se excava un hoyo en algún lugar de la casa ó en el centro del corral (ver señalada) ó se destapa el del año anterior. Se forma un círculo alrededor y uno a no van depositando sus hojas de coca, un poco de ulpada, las comidas, cigarrillos encendidos son clavados en el borde. En Antofagasta nos dijeron que para depositar la ofrenda hay que ubicarse al sur del hoyo, parados ó arrodillados, mirando al este. En Nacimientos dicen que antes de hacer la ofrenda hay que probar y después depositarla, en casi todos los lugares primero “pa’ la tierra”. Cuando de arrojan las hojas de coca, puede interpretarse el futuro: si cae del lado verde es buen aviso, si cae gris hay que prevenirse. En Laguna Blanca, Lucio y su querida gente nos invitaron a ofrendar a la Pacha, haciendo una cruz con el vino, ó la ulpada, mientras rezamos:

“Pachamama, santa tierra
no me comas todavía
todavía soy joven
y puedo dejar semilla”

En otros pueblos se escucha: Pachamama, devolvéme el doble de lo que te doy!

Al lado de la Virgen cristiana, de los santos pastoriles (ver religiosidad popular) a los que se ofrenda con unción en los campos y en los templos, se dicen con unción las oraciones a la Pachamama buscando su amparo y protección:

Pachamama, santa tierra
Kusiya, kusiya!
Vicuña cuay,
Amá mi naicho,
Kusiya, kuisya!...

Antiguo verso quichua-castellano, que se traduce literalmente:

Pachamama, santa tierra
¡Haz que nos vaya bien!
Danos vicuñas y no nos las mezquines.
Danos fortuna y no nos hagas enfermar.
¡Haz que nos vaya bien!

“En el hoyo todos depositan sus ofrendas. Si estas gentes pudieran vivir sin corazón, los hombres lo enterrarían – cofre de angustias, de cantares y de goces – en ese rincón simbólico. En las coplas corpacheras se piden venturas y beneficios, se suplican perdones. Se conversa con la tierra.” ( A. Yupanqui).

Corpachar viene de korpachaj: dar hospitalidad, ofrecer. En Antofagasta también se habla de hospedar la tierra, hospedar los ojos de agua.
“Cuando le hospedas, la tierra que está hambrienta, te dá toda la vida de comer...”.

La corpachada también la hacen los mineros para descubrir la veta y evitar accidentes. Finalmente se tapa el hoyo que encierra tanta esperanza y cada uno regresa a su lucha cotidiana.

“Don Valentín, ha dicho todo lo enorme e importante que tenía que decir. Camina ahora mudo, más liviano de alma, con una sensación parecida a la serenidad. ¡Cómo no la ha de escuchar a él, la PACHA!” (A.Y.).


SEÑALADA

La señalada es otro de los rituales que se celebran en los pueblos andinos, de año en año para hacer el recuento y marca de los animales que nacieron en ese tiempo, ya sea de la hacienda propia, la del dueño del campo y en este caso es el mediero ó cuidador ó la de dueños compartidos que dividirán las nuevas crías en un arreglo llamado “al partir” (reparten en partes iguales).

Las crías nuevas de cada año se llama “multiplico”.

El pastor es el que cuida el rebaño de ovejas o llamas, manteniéndolo bien alimentado y fuera de los peligros de las montañas: las enfermedades como bichera, moquillo, etc., y más que todo del daño:

“ Jué mal año, n’habío multiplico, lu acabao el daño”

El daño puede ser el puma, el cóndor, cualquiera de ellos, porque los pastores al decir daño no determinan tal ó cual animal, sino que al parecer creen que lo produce un espíritu maligno que diezma las majadas. Muchas veces cuando no se encuentran las osamentas de los animales desaparecidos – algo excepcional- hasta la Pachamama es acusada: “Pa’que don Lindor nu hallao la osamenta, tiene que haber arriao la Pachamama”, es decir que a la tropilla desaparecida la ha tragado la tierra.

En los pueblos la señalada ocasiona una fiesta que para muchos es la más importante del año, reúne gente de los puestos cercanos y celebran el acontecimiento con música y baile, coqueando siempre. Se invitan a los vecinos quienes nunca faltan pues no solamente están convidados por amistad sino también y veladamente como testigos, para que vean que no se señalan animales ajenos.

En Antofagasta la ceremonia se celebra en Carnaval (Domingo) ó en Pascuas. Desde temprano empieza la actividad, se matan dos ó tres corderos ó llamas según la cantidad de invitados. Las mujeres confeccionan flores con hilos de lanas de colores (chimpas) y luego forman ramilletes a los que les dejan un sobrante de hilo para atarlos. Algún habilidoso hace con llicta un corderito. La llicta es una pasta dura, gris oscura, hecha con ceniza vegetal (jume) y harina, y que sirve generalmente para yapar (unir) el acullico, es decir que cuando la coca pierde el gusto se mastica un poco de llicta para darle nuevo sabor.

Se encierra el ganado y se prepara la cova: un montículo con hierbas aromáticas:

Chacha, tola, etc. que se enciende y sahuma el lugar con un exquisito halo propiciante, dicen que además ahuyenta los parásitos.

En el centro del corral se excava un hoyo para ofrendar a la Pachamama, mientras se enfloran los asistentes ( se adornan con las flores de lana) lo mantendrán todo el día.

El dueño del rebaño toma el corderito, llamita ó chivo de llicta, lo enlaza con hilo zurdo y lo hace dar una vuelta al hoyo de la Pacha. Le corta el cuello (como si lo degollara) y tira vino simulando sangre, luego lo “carnea” ( corta en pedazos) y lo “vende” a los participantes: Costillar! Dice alguien y le alcanzan una porción de cordero de llicta que paga con hojas de coca, así hasta que se “vende” todo el animal y cada uno “yapa” su acullico. Luego se procede a corpachar la tierra con hojas de coca, alcohol, ulpada, etc.

Se elige una pareja –macho y hembra- del rebaño para “casarlos”, se juntan parados ó volteados ”abrazados” y son chimpiados, adornados con las flores de lana en todo el cuerpo y en las orejas, atando las chimpas con hilo zurdo. Se designan los “padrinos” entre los asistentes quienes les hacen beber vino y les dan coca.

Allí comienza la señalada, se hace un corte en las orejas de los novios y los pedazos son guardados en la chuspa ( pequeña bolsa de lana ó cuero) junto a las hojas de coca. Algunos diseños de corte:

banco

mocho

muesca

zarcillo (1)

cala

horqueta

agujero

zarcillo (2)

Así continúa con toda la majada y si el multiplico es abundante, esta ceremonia se prolonga junto a los festejos. Una vez que se han señalado todas las crías, la concurrencia da tres vueltas al corral “por la derecha” –dice Doña Julia Guerra en Laguna Blanca- arreando los animales, mientras cantan con sus cajas y los rocían con coca y alcohol.
Echen coplas compañeros
No se atengan al cajero

El cajero no es cualquiera
Ni palo de atar terneros.

Así se van “echando” coplas mientras giran y cantan en forma responsorial:

Hemos de cantar, cantemos
Y la hacienda al corral
Dando tres vueltas vamos a llegar...

Aquí dentro de mi chiquero
Tengo un ternero overo
Overo de las patas hasta la cabeza
Como cuero de compañero.

Don Eusebio no puede esperar y canta:

Hemos de cantar cantemos

Me voy por... Tal vez se olvide y me vuelva a querer!

Se abre la puerta del corral: se van soltando las crías y rociando con coca y alcohol (la coca se muele en alcohol en un yuro), golpeando las manos. Al terminar, se vuelca en el hoyo todos los pedazos de oreja, coca, alcohol, ulpada, etc. acompañados de oraciones de agradecimiento y ruego a la Pacha para que el multiplico sea abundante y no los abandone.

Luego continúan los festejos con el asado compartido, entre brindis y canto.

PRIMER CORTE DE SIMBAS

Esta es una de las ceremonias que se van perdiendo en el tiempo, su origen es impreciso, aunque hemos encontrado testimonios en Antofagasta de unos 50 años atrás y actualmente se realiza en ocasiones especiales ó a pedido. En la región andina de Jujuy al norte, sigue practicándose.

Es el primer corte de cabello en homenaje al niño y a la Pachamama. Se realiza en el 1° año de vida ó hasta el 5° y es motivo para una verdadera fiesta. El niño, varón ó mujer, peina trenzas (simbas) hasta ese momento.

El corte de simbas tiene que tener padrinos, como en el Bautismo, y son los “padrinos de corte de pelo” los que se encargan de distribuir los cabellos del niño en diminutas trenzas (simbillas) atadas con cintas y en la punta se coloca una moneda perforada ( representa el valor económico).

Cada concurrente a la fiesta podrá recortar una simbilla ó más si quiere, entre las casi 150 que pueden hacerse como máximo, teniendo que pagar en efectivo ó con algún donativo por cada una que recorte, diciendo en voz alta:

Yo corto esta simba por un cordero”
“Yo corto esta simba por 20 pesos”

Lo recaudado por la venta es administrado por los padrinos y se destina para comprarle al ahijado la ropa y calzado que le hace falta. En el caso de los animales que recibió a cambio de las simbas, servirán para ir formando la pequeña hacienda que se cuidará para su futuro.

En este relevamiento, vivimos emocionantes momentos como el que muestra la imagen, cuando reunimos después de 32 años al padrino de cabello, Don Anacleto Chávez cuando le entrega a su ahijada Luisa Beltrán una de las simbillas de su primer corte (ver imagen anterior).

Este ritual tiene el profundo significado de homenaje al niño y a la Pachamama, la simba debía ser guardada y entregada al niño cuando sea adulto, representando la fuerza y salud.

También según una creencia Dios exigirá al morir, cuando nos toque rendir cuentas, devolver cabello por cabello que fueron dados al nacer.

LENGUAJE E IDENTIDAD

DICHOS, REFRANES Y CREENCIAS POPULARES

El refrán, dicho, proverbio ó aforismo que el pueblo genera constituye su fundamento y raigambre. Perdura a través de los siglos en una mixtura de herencias españolas é indígenas, donde las palabras no sólo se agrupan sino dan características propias a un idioma. Incursionan en el terreno de lo ético, humorístico, filosófico, costumbrista, estético, mágico.

En todos los pueblos andinos las conversaciones, las tareas diarias y la vida misma son basadas en los dichos y creencias, reflejando una profunda sabiduría. Algunas de las muchas escuchadas:

Dios le da pan al que no tiene dientes.

Si así teje, más vale deje.

Donde hay unos, hay otros
Donde hay yeguas nacen potro.

Al muerto se lo entierra y al muerto se lo olvida.

Oveja que bala pierde bocao.

Empanadas sin vino sólo por necesidad.

No se puede poner todo en la olla de una sola vez.

Según por donde corre
Toma sus olores el viento.

Al que toca y canta, se le seca la garganta.

Cada oveja con su pareja.

Es mal intento

Mear contra el viento.

Hay profundas creencias relacionadas con la Pachamama, deidad protectora y dadora de vida.

- Durante el mes de Agosto, hay que hacer una cruz antes de sentarse en el suelo y no tomar mucho sol. (la tierra está abierta, hambrienta y te puede llevar).

- En la montaña, durante todo el año, se hace una cruz antes de sentarse, para que la tierra no te coma.

- El 1° de agosto, hay que tomar, té de ruda y ponerse hilo zurdo en la muñeca derecha y el tobillo izquierdo.

- Cuando no se hizo la ofrenda la tierra se lo cobra de alguna manera: “ el agua viene despareja porque se olvidaron de hospedarla”.

- La hacienda de la Pacha son las vicuñas, los suris, etc.

- A los cazadores y mineros abusivos, la Pacha los castiga de variadas y tortuosas formas.

- Antes de tomar vino u otra bebida, hay que darle un trago a la tierra: “para vos Pachamama”.

- La lluvia es macho y la Pacha es hembra, las semillas se empreñan cuando llueve.

Otras relacionadas con los ritos religiosos:

- El agua que se levanta de los ríos y acequias al amanecer del 24 de Junio, Día de San Juan Bautista, porque está bendita. Hay que lavarse la cara pidiendo bendición.

- Como es el Patrono de las ovejas, se hace una fogata en el corral y se las hace dar una vuelta al fuego mientras se las rocía con agua bendita.

- El Viernes Santo, deben juntarse la mayor cantidad posible de alacranes, lagartijas, sapos, etc., y luego se los mata. Se consiguen indulgencias por los pecados cometidos.

- El Jueves Santo, después de mediodía, no se podía escupir, cortar ni coser, sólo lavar. Se considera que se le hace lo mismo al cuerpo de Jesús.

Otras mágicas:

-Si te persigue un duende, hay que buscar un río ó una acequia y saltar, porque los duendes no cruzan el agua.

- En la casa jamás hay que tener leña quemada, tampoco hay que levantarla, porque arruina.

- Un trueno prolongado que no se corta, es anuncio de granizo. Para evitarlo se hacen grandes cruces de ceniza en el patio y se cuelga a cielo abierto, una cruz negra.

- Cuando se hurde una tela, no debe pasarse por sobre los hilos, porque no se venderá.

-Cuando corre una estrella por el cielo no hay que contarlo a nadie, porque pierde su poder benéfico.

-El pan es la cara de Dios y jamás se debe tirar al suelo o ponerlo al revés.

Algunas adivinanzas:

Palito labrado
Arrea el ganado ( el peine escardador de tejidos)

Hombrecito parado
Ponchito morado ( alfalfa en flor)

Una vieja con un diente
Llamando a toda la gente ( la campana)

Entra al agua y no se moja
Entra al fuego y no se quema (la sombra)

Blando y peludo
Hermoso para tu culo. ( el pellón de la montura)

Vamos a la cama
A hacer lo que Dios manda
A juntar pelo con pelo
Y el peladito en el medio. ( el ojo que duerme)